
Afiche oficial de la Temporada 2008. Misura, en la División A.
Desde hace más de tres décadas, un equipo de fútbol que resulta un éxito más allá del éxito en el Torneo de la UBA. Abrazados a cuatro valores: amistad, solidaridad, inclusión y diversidad.


Misura se juega este domingo un partido que tiene el carácter de una final (hay que ganarle a Cuero y Vinilo para permanecer en la A). En consecuencia, se propuso una práctica. Y sólo hubo dos participantes de la misma, ahí, en la antesala del Lago de Palermo, frente a la zona de telos y elegantes restoranes. Pancho y Rodri. Ellos. En definitiva, el corazón y la esencia del Misura. La historia fundacional hecha presente y estímulo.




UBA / División A, decimosexta fecha: Misura 0-Angelotti 2. Perdimos, sí. Después de 10 puntos de 12 posibles, después de poner al equipo en un zona parcialmente tranquila. Perdimos, sí. Pero no por ninguno de los que estuvo en la cancha poniéndole el cuero al momento, la cara a la circunstancia. Perdimos por los que no se comprometieron, por los que no avisan, por los que se escapan. Por eso, nada para reprochar para los que estuvieron bajo el sol arduo de la cancha seis; nada para decir a quienes lidiaron contra un rival difícil y un arquero enorme. Por eso, aplausos para los que estuvieron. Así, a pesar de todo y de todos, se sostiene una campaña.
No hay una estadística oficial ni parecida que lo avale, pero Diego es el jugador del Misura con mayor cantidad de partidos en el torneo de la UBA. El estuvo en aquella mañana fría e inaugural, en la cancha cinco cuando no era sintética, frente a Don Bosco. Y él está también ahora, con este equipo que lucha por recuperar protagonismo y mística. Tuvo una ventaja sobre todos: jamás sufrió una lesión grave. Quizá no sea una casualidad: el inmenso Diego es fortísimo.

Gonzalo era Gonzalito, el menor de los Cánovas, cuando recién lo conocimos. Cuando se venía en tantas mañanas frías a ver, a acompañar, a alentar, a filmar. Creció al borde del campo de juego y conoció desde ese tiempo el espíritu del Misura. No hubo azar en el desenlace: se hizo caudillo y líder ya en este tiempo, adentro de la cancha. Y es, también ahora, uno de los abanderados de esa condición imprescindible para el éxito del equipo: intensidad.

Sergio Cotuli jugaba como defensor en el equipo del San Román, a principios de los 90. En ese tiempo lo conoció a Pancho. Desde entonces que no lo ve. Hace unos días me sucedió el siguiente diálogo con él:
Mariano Zorzoli es conocido por todos, en el ámbito del Misura, como Nito. Fue partícipe de las reuniones fundacionales, en aquel lejano verano miramarense, y de los primeros partidos y de los siguientes y de casi todos. Salvo algunos baches por viajes al exterior, fue y es un integrante habitual de la formación.






Rodrigo Cánovas es para cualquier observador externo "el nueve del Misura". Tal vez algunos no lo conozcan por su nombre y apellido en el torneo de la UBA. Pero incluso esos suelen referirse de un modo que también califica: "El flaco alto, que sale goleador todos los años..." El Cholo, también ex jugador del Misura, fue durante muchas temporadas un seguidor al detalle de los campeonatos de la UBA y hasta solía recomendar jugadores para el seleccionado. Y antes del comienzo de cada campaña, en los últimos seis o siete años, me solía decir: "Che, cuando se desarme el Misura decile a Rodrigo que se venga a Wolframio (un permanente protagonista y ex campeón de la División de Honor)".










Se desgarró Pancho, figura del último partido. Y en consecuencia no podrá jugar el domingo contra Rocamora. Sigue la mala racha.


