domingo, 29 de junio de 2014

Sin invicto, sin punta, sin nada...


Veteranos - Cuarta Fecha:
Misura Leyendas 0-San Francisco 1

Es cierto que la derrota pudo haber sido empate; también, que el rival no fue superior ni justificó su éxito. Pero hay otra verdad incuestionable: jugamos mal, sobre todo en ese primer tiempo en el que no fuimos capaces de ofrecer dos pases seguidos y en el que pagamos muy caro los errores.

Se mejoró en la segunda mitad, se tuvo más la pelota, se la manejó con más criterio, se jugó en campo rival. Y aunque padecimos algunos contraataques, no empatamos porque el azar no nos ofreció ni un rebote. Y también porque carecimos de precisión en el área ajena.

De todos modos, más allá del golpe, la disputa continúa. Hay que levantarse y retomar el camino por el que veníamos. No hay que poner excusas (ausencias, lesiones, el árbitro permisivo con el rival) y hay que comprometerse en lo que viene. Estar, sumar, tener autocrítica. Y lo más importante: que esta derrota sirva de aprendizaje.

Figura/s: IIIImol.
Premio Dedicación: Matu, Ale, Pancho.
El equipo: Pablo, Yarroch, Diego, IIIImol, Jorge, Matu, Laucha, Lucas, Gonza, Grazio, Rodri, Pancho, Ale. No jugó: Walde.

Así estamos:

lunes, 23 de junio de 2014

Choquen esos cinco...


Misura también existe más allá de sus Leyendas. En el Torneo de la UBA, en la Categoría A de la Abierta, el equipo está creciendo: el fin de semana sumó su segundo triunfo consecutivo -un impresionante 5-0 frente a Carboneros- y se prendió entre los de arriba. Ahora, está a un punto del Puesto 3, el del tercer ascenso a la División de Honor. Según contó El Pela -ahora destacado arquero ante la necesidad del equipo- a este Blog: "Se está armando algo lindo". .

Aplausos para ellos. Y choquen esos cinco...

PD: El Pela prometió fotos para el Blog en breve...

lunes, 16 de junio de 2014

Estamos acá arriba...



La tabla cuenta nuestro presente: tres jugados, tres ganados. El equipo más goleador, la valla menos vencida, el goleador del torneo (Rodri, con 6). Eso sí, también está claro que esto recién empieza. Y que hay que sostener el ritmo en las 12 fechas que siguen. Para consolidar la Leyenda, ascender y, si se puede, dar la vuelta.

domingo, 15 de junio de 2014

Un homenaje a Enzo


Sí, Rodri también fue capaz de rendirle tributo a -quizá- el máximo de sus ídolos. Con el partido ante Sub 50 igualado sin goles, recibió un centro desde la izquierda de Diego y -como Enzo Francescoli ante Polonia- se elevó y resolvió en el aire con una chilena para el asombro de todos, en la mañana de la UBA. Pura elasticidad. Pura potencia de piernas. Y algo más: el golazo no fue en un amistoso; sirvió para el Misura Leyendas ganara...

El éxito del Misura invisible


Misura sucede en cada fin de semana que jugamos. Pero también en otros momentos: en las birras después de los partidos, en cada charla, en los encuentros que exceden al campo de juego. Y hay otro espacio invisible y, a la vez, muy relevante: el de la organización y la administración. Y en ese rubro, Gonza -tan metódico como cuando se para como patrón de la mitad de la cancha- es el impecable Gerente. El que insiste con los carnets y con los aptos, el que junta la plata, el que consigue el bidón y la carpeta, el que a todo le pone el escudo del León que nos identifica. No lo hace solo, pero -se sabe- sin él sería imposible. Por eso, el Blog ofrece este módico reconocimiento. Aplausos para él.

No paramos


Veteranos - Tercera Fecha:
Misura Leyendas 3-Sub 50 0

El equipo no detiene su marcha. Gana porque demuestra superioridad. Porque tiene una defensa impecable -liderada por un inmenso Diego-, porque aprovecha mejor que sus rivales las pelotas paradas y porque en cada contraataque brota la sensación de que un gol de Rodri está por suceder. Y sucede. En defnitiva, demasiado para rivales que no estuvieron a la altura.

Incluso hasta quedaron espacios para los lujos: el golazo de Rodri de chilena, el doble cabezazo en el área tipo Co-ca-co-la (con Gonza y Grazio como principales protagonistas), el caño memorable de Piru, los contraataques del final con los mediocampistas externos (Javier e IIIIImol) llegando y tirando firuletes...

De todos modos, está claro: este es recién el comienzo. Y hay que sostener este presente para el aplauso. Y para eso hay un solo modo: seguir creyendo, seguir creciendo, seguir creando. Para que todos sepan que la Leyenda no es joda...

Goles: Rodri (2) y Javier.
Figura/s: Diego, Gonza y Rodri.
Premio Dedicación: Lucas, Nito.
El equipo: Seba Quaglia, Piru, Yarroch, Diego, Jorge, Laucha, Gonza, IIIImol, Pancho, Grazio, Rodri, Javier, Lucas, Chupete. No jugó: Walde.

Así estamos:

domingo, 8 de junio de 2014

Rodri también es Onzari


Parece mentira pero es cierto. El otro Premio que este año se estrenaba con el Misura Leyendas -el Onzari- Rodri lo consiguió antes de que lo hiciéramos público. Este año se cumple el aniversario 90 del primer gol olìmpico, convertido por Cesáreo Onzari -crack de Huracán y de la Selección- frente a Uruguay, en la mítica cancha de Sportivo Barracas. Y Rodri, casi sin querer pero queriendo, transformó un corner en un golazo y obligó a esto: a comunicar lo que permanecía a la espera. En cualquier caso, un motivo para celebrar.

Premio Onzari: Rodri.

Cesáreo Onzari fue uno de los grandes cracks de los años veinte, cuando el fútbol del Río de la Plata ofrecía cátedras para todo el mundo. Jugaba como wing izquierdo y gambeteaba con una velocidad inusual para su tiempo. Fue figura de Huracán, el más campeón de aquella década junto a Boca. Un día de 1924, Onzari -con la camiseta de la Seleccíón- fundó el Gol Olímpico

Más sobre Onzari:
En Planeta Redondo, por Walde.

El dueño de la pelota


Laucha se está convirtiendo en un protagonista central del Misura Leyendas. De su pegada nacen las mejores jugadas ofensivas del equipo. Con la pelota detenida, con la pelota en movimiento, en cualquier circunstancia. Esta vez, además, ante Sudaka, también incluyó el gol en su valioso repertorio: el dueño de la pelota liquidó el partido con un tiro libre.

El perfecto utilitario


Veteranos - Segunda Fecha:
Misura Leyendas 2-Sudaka 0

No se jugó para el aplauso, pero se ganó con autoridad. Matu, después del partido, le encontró un buen modo de contar a este Misura Leyendas que no encanta pero que parece difícil de vencer: "Somos un equipo utilitario". Sí, tal vez. El perfecto utilitario.

Goles: Rodri* y Laucha.
Figura/s: Laucha, Jorge y Rodri.
Premio Dedicación: Gonza, Ale, Nito.
El equipo: Pablo, Piru, Yarroch, Diego, Jorge, Laucha, Gonza, IIIImol, Pancho, Grazio, Rodri, Javier, Lucas, Matu. No jugaron: Walde, Ale.

*Premio Onzari. Primer Gol Olímpico del Misura Leyendas.

Así estamos:

domingo, 1 de junio de 2014

Breve crónica de una Leyenda

El Expreso Misura, en 1994. Segunda temporada, segundo ascenso. En dos años, el equipo pasó del estreno absoluto a la B, entonces la segunda categoría. Para el Cuadro de Honor de la UBA.

Lo que sigue es el texto oficial de la historia de nuestro Misura, que lleva más de dos décadas en el Torneo de la UBA. Fue entregado esta semana al Departamento de Fútbol para su publicación. Pasen y lean en este domingo sin fecha por la lluvia del viernes:

Lo escribimos cuando nuestro Blog, que está iniciando su séptima temporada sin interrupciones, nacía: "La gloria para este equipo también es otra: la perfecta excusa de una amistad". Incluso más allá de los ascensos consecutivos del Expreso Misura (1993 y 1994, en las primeras dos Temporadas en el Torneo de la UBA), de la llegada a la División de Honor en 2005 y en 2010 y también de la creación del Misura Leyendas, ese perfecto espacio de reencuentros. En definitiva, esa frase breve es la matriz de este equipo. Porque Misura no es solamente los casi 400 goles de Rodri o los pases del Capitán Pancho o los cabezazos de Diego o las atajadas de Grazio o las ya lejanas corridas de Nito por la izquierda o las ideas de Walde para armar el rompecabezas o la prestancia de Gonza para resolver situaciones. Somos la reunión y la cerveza después del partido, los encuentros fuera de Ciudad, los pibes que se fueron sumando, los que no juegan pero siempre preguntan, los que entramos a la página de la UBA para ver qué onda el próximo rival, los que nos miramos y nos reconocemos más allá del paso del tiempo.

Misura nació en un lugar que ya tenía magia: en el mismo patio del colegio San Román donde se armó Almendra, esa belleza musical que tuvo a Luis Alberto Spinetta como crack fundacional. Y surgió de un modo similar: como un grupo de amigos con ganas de construir algo juntos. De algún modo, El Flaco eterno también fue nuestro inspirador. Hacía poco que había terminado el Mundial de Italia 1990 y nosotros comenzábamos a jugar siempre con el mismo equipo de Fútbol 5. Fueron 32 partidos. Nunca perdimos. Y en un verano compartido en Miramar -en la casa del Doctor White- brotó la idea de, definitivamente, formalizar la situación. De ponerle nombre y colores a la idea. Creímos que llamarlo como al sponsor de la camiseta que nos gustara haría más fácil conseguir la indumentaria. Podríamos haber sido Mediolanun (entonces, auspiciante del Milan), pero fuimos Misura, como el Inter. Los colores iban a ser como los de la camiseta alternativa del club italiano: blanco dominante, más el negro y el azul. Pero la primera temporada oficial, Misura debutó vestido de rojo y blanco. Fue un homenaje a River y a Huracán, por mayoritaria decisión de los integrantes fundacionales: Pancho, Grazio, Rodri, Walde y Nito, el único xeneize en la cuestión. Luego, volveríamos a los colores del nacimiento.

Entonces fueron apareciendo, desde aquel 1993, incorporaciones, cracks ocasionales, mitos indestructibles. Como El Negro Albores, IIIIImol, Lenda, Marcelito, Gaby Altini, Lea, Matu, Lucas, Rubén, El Japonés, El Cholo, Jojo, Rabu, Santiago, Alvarito, Seba Albertella, el inmenso Dani, El Doctor Ale, Chipi, Catriel, Laucha, Pablo, Seba Quaglia, Juan Pablo, Tatín, Piru, Jorge, Yarroch, Javier, entre tantos que la memoria guarda. Y con ellos, se ganó, se empató, se perdió. Pero sobre todo se compartió.

Misura adoptó como propia esa magia del patio del Sanro. Lo demostramos en el desenlace del año pasado (2013) cuando nos convertimos para siempre en Leyendas. Parecía que íbamos a descender justo antes de mudarnos a Veteranos. El jueves éramos siete. Algunos pensaron en ir y firmar para evitar desafiliaciones. Pero no. No se podía. No se debía. Teníamos que rearmarnos con lo que había para el domingo, con los rezagados de la lista; con esa Vieja Guardia, con los fantasmas de su gloria. Y entonces, lo imposible terminó siendo un nuevo episodio épico: con la base del Expreso Misura, con veteranos averiados, con los que podíamos, se consiguió el nuevo milagro. Ganamos, se dieron otros resultados y mantuvimos al equipo en la A.

Así fue siempre. Nos imponemos con la misma lógica: a pesar de todo. Hay equipos en la UBA que representan ciudades -como Wolframio Coronel Suárez o Defensores de Viedma o Estudiantes de Trelew-; hay otros que se armaron como si fueran un club -como Namberwan- y cuentan que hasta cuota social cobran. Y también estamos nosotros, desde hace más de dos décadas. Los antiguos representantes de un curso cualquiera, los miembros de un espacio de amigos. Un grupo breve que se fue haciendo más grande. Que sumó gente y, sobre todo, mística. Como esa pretensión de metáfora que contamos El Día de la Permanencia del año pasado, esa suerte de tardía consagración: fuimos y somos la invencible Galia de Asterix ante el Imperio Romano, pero sin pociones mágicas.

Y como en los videos que este año Gonza y Rodri editaron, esos en los que somos otros pero a la vez somos los mismos, mostramos un pedazo de nuestra historia. La de los goles, pero sobre todo la de los abrazos. La de los penales errados, pero sobre todo la de la sonrisa que acompaña mansamente al error. La de las gambetas, pero sobre todo la de las construcciones colectivas más allá del campo de juego, como el emprendimiento solidario en Escuelas Rurales. La de las atajadas decisivas, pero sobre todo la de las derrotas compartidas sin culpables. En definitiva, el auténtico Espíritu Misura, ese que alguna vez retrataron Clarín (en 2007) y Olé (en 2010).

El escritor mexicano Juan Villoro, que mucho sabe de las palabras y mucho sabe de fútbol, lo contó en una de las últimas ediciones de la Feria del Libro de Buenos Aires. Dijo el autor de Dios es redondo: "Muchos de los futbolistas profesionales tendrían que aprender las lecciones de tantos equipos amateurs que se construyen en calles, en barrios, en colegios, en universidades. Ahí está la matriz de la victoria. Ahí, está, en definitiva, el éxito. De nada servirán los millones si esa magia se pierde". No es textual la cita. Pero resulta estrictamente rigurosa desde lo conceptual. Misura tiene esa magia. También por eso, a esta altura, Misura ya es una leyenda.