Este 2018 es uno de los más extraños de nuestra historia que ya suma 26 Temporadas en el Torneo de la UBA. Ya sabemos que por primera vez la campaña tendrá "formato europeo": es decir, el segundo tramo se disputará en el primer semestre del año que viene.
Y que ahora, por circunstancias y gestiones, le pusimos un punto a este inicio. Disputamos 4 de las 18 fechas de la Temporada Regular. Estamos, a esta altura, a dos puntos del gran objetivo: el Top 4, las semifinales, la definición.
El escenario es ese de cara a lo que viene. Valioso, difícil, posible.
Pero también sucedieron otras cosas en el recorrido que ya lleva ocho meses, o sea dos tercios del año. Detalles relevantes, conquistas, logros que exceden al resultado, dificultades que tenemos que afrontar y superar, motivos de orgullo, señales de preocupaciòn...
Repasemos, de modo cronológico, o no tanto:
1) Por ser subcampeones de la Temporada 2017 de VB accedimos a la Copa de Campeones. Salimos segundos. Y fuimos los vencedores del Desafìo Interdivisional. En el próximo Asado allí estará el Trofeo para que lo llenemos de brindis y de abrazos.
2) En esa competición, a pesar de ausencias varias, les ganamos a Tagarna (3-2, tras ir perdiendo 2-0, con gol de Faldu sobre la hora) y a República Delphi (3-1). Hoy son los dos líderes de la categoría. Quedó claro en el verano: sabemos de qué se trata competir. Sólo nos venció Resto del Mundo, con su equipo de gala (con varios de la Abierta, de la DH).
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3) Jugamos, por el Torneo, contra cuatro equipos de la VA 2017:
-Empatamos contra el subcampeón, Amenaza de Bomba. Justo. Pudo haber sido victoria de cualquiera de los dos. Nos perdimos un par de goles desde abajo del arco; nos salvó Oscar sobre el final con un par de atajadas de mago.
-Le ganamos con lo justo y con justicia a Namberwan (2-1). Por una razón poderosa: siempre creìmos en la posibilidad de la victoria y siempre la fuimos a buscar.
-Empatamos contra Misión (también sin goles como en el debut) en un partido que debió ser victoria. Incluso más allá del gol mal anulado a Pancho y del penal errado.
-Perdimos contra El Espolón (0-1) en un partido caliente. Necesitaron incluir profesionales para ganarnos. Los pusimos contra un arco, los peloteamos, incluso sin jugar bien. Fue la primera derrota contra un equipo vigente desde julio de 2016.
4) Dejamos claro de nuevo que somos un grupo competitivo. Que jugar contra nosotros es una incomodidad para cualquiera. Se lesione quien se lesione. Falte quien falte. Somos un equipo. Todo eso.
5) Nos falta gol. Es una verdad que cuesta digerir. Se reitera el dato: incluyendo el partido exhibición en ViLo hicimos goles sólo en 5 de los últimos 15 partidos. O sea, uno de cada tres. Una rareza para un Misura acostumbrado a ser de los más goleadores de cada torneo y de contar con Rodri, habitual habitante del podio del rubro. Incluso más allá de campañas flojas.
5 bis) Lo entendemos todos: si corregimos ese aspecto del juego (clave, decisivo, fundamental) vamos a pelear arriba, vamos a llegar al Top 4. Sin dudas.
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6) Nunca como en este exótico y disruptivo 2018 se armó un mejor Tercer Tiempo. Jamás hubo tantos Asados compartidos. "Hasta que caiga el sol" terminó siendo un rito frecuente de cada después de los partidos. Conseguimos transformar la heterogeneidad en amalgama. Oscar, Santiago, Ale, Faldu, Walde, Seba, Gagge, Pancho. Los que lideran el Premio Doval -no en ese orden- llegaron al equipo de lugares diversos y dispersos. Pero ahí, en ese momento compartido, la magia sucede. Y nos encontramos como si nos conociéramos de siempre. Hay algo mas: la gente se va sumando. Y entonces aparecen, también diversos y dispersos, el Lobo y Catriel. Para agregar sus historias y sus voluntades de participar. Parece un detalle. Es clave en todo sentido.
7) Por eso, no hubo casualidad en el desenlace: la Supercopa San Román - Trofeo Luis Alberto Spinetta de este año fue para La Banda del Tercer Tiempo. Esa banda que, de uno o de mil modos, somos todos.
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8) Durante la Pretemporada de amistosos tuvimos que sumar gente que no viene habitualmente o que nos dio una mano o que tenía ganas de compartir un rato con nosotros. Es obvio que en ese sentido el gran crack fue el Pela Celaya, siempre generoso, siempre León, siempre dispuesto.
8 bis) De todos modos, me quedo con la sensación que se llevaron dos pibes que vinieron de modo excepcional. Me lo contaron ellos:
-Beno fue a un amistoso en Parque Sarmiento. Jugó un rato. Entró, salió.Compartió el Tercer Tiempo a cielo abierto. Dijo: "Tenía razón Yarroch: pueden jugar bien o mal; o regular como hoy. Pero sobra mística".
-Machi Uria disputó -y muy bien- el último amistoso contra Delphi, en El Poli. Juega en la Abierta de la UBA, por la edad. Comentó algo parecido: "Misura es completamente distinto al otro equipo en el que juego. Acá, son amateurs y te hacen sentir que tenés que jugar como en el Milan de Sacchi. Se juega en serio. Es como una identidad. Me gusta".
9) El respeto de los rivales también es una grata demostración. Lo observo en los chats de Delegados. Paso un dato: hicieron una suerte de encuesta respecto de quiénes iban a acceder al Top 4. Incluso llegando de la VB aparecimos entre los seis primeros, entre los que van a pelear. No se equivoca esa consulta: vamos a pelear. Hasta el pingo.
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10) Ahora estamos en un momento clave: el de la recuperación de los averiados, el del convencimiento de que se puede salir campeón, el de que todos somos importantes más allá de los minutos que cada uno juegue. Habrá momentos para todos. Habrá rotación.
10 bis) Necesitamos humildad y generosidad de todos. Estamos casi óptimos en ese aspecto. Y ese escenario resulta muy significativo. Así surgen y crecen los equipos.
11) Que no haya inquietudes: ser suplente es apenas no jugar el primer tiempo o no jugar un rato breve o no jugar un rato largo. Pero el equipo se conforma como un rompecabezas. Con todas las piezas, con todos encajando. El mejor ejemplo lo ofreció nuestra única victoria en las cuatro fechas iniciales: Gagge -asistencia, gol decisivo y figura- llegó desde el banco.
12) No nos sobra nada. Sepámoslo. Hagámonos cargo. Juguemos en función de esa realidad que nos consta.
13) El mejor modo de afrontar esa situación -lo sabemos, lo aprendimos- es ofrecer todo lo que cada uno tiene adentro. Todo lo que podemos. Que no es poco. Que a veces es suficiente. Pero en otras ocasiones, no. Pero no hay dudas: es el único camino que tenemos. El 110% o derrota.
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14) El Torneo sigue. Estamos ahí. En la pelea. Cuando volvamos a jugar tenemos que ser aviones. Kamikazes. Como en ese último centro que los trampositos de El Espolón sacaron sobre la línea y con la mano. Esa búsqueda somos. La próxima va a entrar...
15) El Top 4 espera por más Leyendas... Las nuestras.