Mayo de 1995. El Expreso Misura venía de sumarse al Cuadro de Honor de la UBA: dos ascensos en sus primeras dos temporadas. De repente, desde aquel 0-2 inaugural contra Don Bosco, el equipo había llegado a velocidad supersònica a la B, entonces la segunda categoría.
"El Gran Debut", contaba la agenda de Walde. Ya habíamos pagado 40 pesos (entonces también 40 dólares de la Ley de Convertibilidad; lo que hoy serían unos 500 pesos) del abono individual. Y enfrentábamos a un tal Lady Jazz, en la Cancha 1.
El desenlace no fue el deseado. Arrancamos a las 9, Lea llegó tarde, el Negro Albores no pudo ir. El gol de Pancho no alcanzó. Perdimos 2-1. Como casi siempre en nuestros estrenos, un tropiezo.
Según recuerda la misma agenda, dos semanas después, el domingo 21, también a la mañana, nos recuperamos: vencimos 2-1 a San Salvador, en la Cancha 4. Los goles fueron convertidos por Diego (seguramente de cabeza, no recuerdo) y Nito. El Misura estaba en marcha, como siempre.
Pasaron dos décadas...
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