Por Walde
Misura nació en el patio del colegio San Román. Entre charlas de fútbol, de partidos del seleccionado para jugar en FICDA -con el Toti Crosta de entrenador general y con Pablo Sánchez, hoy en la Selección, como coordinador y preparador físico-, de cuestiones adolescentes, de deseos de compartir.
Ese patio, el mismo en el que brotó toda la magia del Flaco Spinetta con el grupo Almendra, fue también la cuna del más exitoso de todos los equipos que participaron del torneo de la UBA. Se llamó Azurra desde 1980 hasta su última campaña en 2016. Ganó el título de la máxima categoría en siete temporadas. Fue el segundo de toda la historia en consagrarse tricampeón (lo logró en la última década, luego de Camoati en los años setenta).
Nosotros surgimos inspirados en aquel equipo de los hermanos Díaz, de Pulido, del Chino, de los Amulet, cracks sin olvido en el fútbol de la Ciudad Universitaria. En aquel Azurra iniciado a principios de los ochenta -todavía tiempos nefastos de la Ultima Dictadura- mi primo Dani fue delegado, jugaron mis hermanos Ale y Walter y yo era admirador, una suerte de pequeño hincha aprendiendo de qué iba la cuestión en ese espacio.
Tengo el recuerdo guardado en un rincón de la memoria: ahí estaba Jorge Díaz, con su camiseta azul gastada, llorando por un ascenso que no se dio, en la Cancha 1.
Azurra luego se resignificó y se reconstruyó con agradable gente de la Patagonia, con Marcial Paz como entrenador y líder de los logros de los tiempos recientes. Un militante de Menotti consiguió armar un equipo que parecía invencible. El Tri. Lo cuentan todos los que pasaban por las canchas de la UBA: daba gusto verlos jugar.
La noticia, en este temporada, retrata un dolor: Azurra ya no competirá en el torneo de la UBA tal como lo conocimos y lo admiramos. Me lo explicó Marcial, en esta semana: "La mala organización del Torneo llevó al delegado y al resto de los jugadores a tomar la decisión. La desidia de los que conducen la competición fue la principal causa de esto". Tiene razón. Duele. Lastima.
Pero Azurra no desaparecerá. Al menos no su estela. Jamás su impronta. Porque en Misura donde dice Leyendas también dice Azurra. Porque sin ellos, nosotros -que estamos cumpliendo nuestra Histórica Temporada 25- tampoco seríamos nosotros.
Que lo sepan todos: se trata de una herencia...
Por eso, ellos y nosotros, juntos, somos El Azul.