Lo que sigue es un breve texto -que fue mail para algunos Históricos y ahora es publicación para todos- con el balance del estupendo 2014.
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Queridos y Estimados Misurenses:
1) Después de más de dos décadas, El Día del Ascenso Veterano y Legendario, en la Cancha 7 (la que ganamos nuestro primer partido en 1993; la misma en la que Messi se probó sin éxito en las inferiores de River), estuvimos -"jugamos"; sí jugamos también sin comillas- ONCE de los que pertenecimos al Expreso Misura, aquel de las temporadas 93 y 94, el de los dos ascensos sucesivos. Increíble y hermosamente cierto: Grazio, Lenda, Diego, Imol, Walde, Gaby, Pancho, Lea, Rodri, Negro Albores y Gonza (en aquel tiempo miembro de las inferiores, hincha fiel y camarógrafo ocasional). Que nos digan que no es mágico. Que alguien en la UBA nos diga que no es único.
2) Pero hubo más: Nito, desde el Fin del Mundo, también estuvo de algún modo. Preguntando, llamando, publicando. Y Fisu, que no jugó en el Expreso Misura, merece como ninguno tener su participación en este equipo al que tanto demuestra abrazar.
3) Tengo otra impresión. Varias veces en el Blog celebré el Espíritu Misura. Y pensé que refería sólo a algunos Históricos que siempre están. Sin embargo, como ninguna vez antes, en este año corroboré su existencia más allá de los nombres obvios. Algunos ejemplos que me encantaron: las ganas de jugar de Yarroch, a pesar de ocupaciones y de quilombos; la intensidad -tremenda intensidad- del Negro Imol; la generosidad del Negro Albores (gran acierto del Capitán Pancho y de Rodri); el compromiso de Laucha; el deseo permanente de Piru por estar; la increíble constancia de Jorge. En definitiva, la sensación de que HAY UN EQUIPO.
4) Si fuera Campanella contaría esta historia. La nuestra: un curso de un colegio contra equipos que cobran cuota o que representan ciudades. Pero no por una temporada. Por más de dos décadas. Apenas eso. Todo eso.
5) Mi único desacuerdo grueso en esta temporada tuvo (y tiene) que ver con la incorporación de un "crack" (el repetido Caso Delgadito). Podíamos ascender sin él, claro. Se demostró. Pero esa diferencia enorme que obtendríamos nos permitiría ahora en la A seguir incluyendo gente y dándoles más participación a los que siempre están. Y, de paso, cumplir con un detalle glorioso: ser campeones todos juntos.
Eso. Y un gran abrazo, claro...