Eran días de transición, de algunas caras nuevas, de recambio, de la Vieja Guardia disminuida. El año 2001, en la B, fue determinante. Eran días en los que había que dar muestras de para qué estábamos. Y el equipo, como en cada instancia complicada, respondió. El tercer puesto, que cerca estuvo de ser un título (el campeón Reseros Boys quedó a dos puntos; y el segundo Oversea, a uno), permitió el ascenso a la A. Hubo en la campaña un factor decisivo: los delanteros. Rodri fue el máximo anotador de la temporada de la UBA con 25 goles en 19 encuentros (10 más que el escolta en ese rubro) y Dani finalizó cuarto, con 14. Entre los dos sumaron 39 de los 50 tantos del equipo.
Hay una conclusión que nos permite aquella campaña: contamos con los mismos delanteros; ahora hay más equipo, con la Nueva Guardia Joven incluida. La ecuación final es sencilla. El desenlace depende de nosotros.
Entradas
